(las vacaciones han sido muy largas, pero vuelvo)
Amo Madrid. La siento mía. Es una ciudad hermosa, variada y alegre. Sus calles acogen; está llena de parques, banquitos que invitan a tomar el sol en primavera, vitrinas y escaparates para todos los gustos y bolsillos. Absolutamente cosmopolita. Tiene un gran sistema de transporte público (lo cual se agradece, especialmente porque sólo me muevo a pie y en metro; uno de los mejores del mundo)... Madrid histórica, Madrid moderna... hoy compite. Queremos ser ciudad olímpica y acoger en 2016 la fiesta del deporte. Nos lo merecemos, desde luego. No sólo por haberlo intentado ya hace 4 años, sino porque ofrece todas las condiciones para albergar y dar cobijo a los deportistas de todo el mundo.
España es un país cuna de deportistas de élite. No es casualidad tener en nuestras filas gente como Mengual, Alonso, Nadal, Gasol, Corredor... No es casualidad tener equipos campeones del mundo en varias de las especialidades deportivas. El deporte es importante aquí y se considera una inversión. Los españoles vibran con el deporte: disfrutan de la vuelta a España, sueñan con la fórmula 1, enloquecen con el fútbol, se ilusionan con el tenis, saltan con el básquet...
Merecemos ganar. Tenemos puesta nuestra ilusión en ello. Y aunque nuestra única rival - Chicago- es también una ciudad maravillosa, estoy aquí contando los minutos para escuchar la decisión final y que sea Madrid la vencedora. "Yo tengo una corazonada..."
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